viernes, 12 de septiembre de 2014

Respeto al Libre Albedrío



Por razones de trabajo, viajé a la isla Guadalupe. La primera noche tuve un sueño de esos en los que despiertas sintiendo que viviste algo tan real, que hasta dudas entre haber estado dormida o despierta. 

Me encontraba dentro de una gran nave espacial, frente a un panel que me permitía tener una amplia visión de lo que pasaba en el exterior, en lo que parecía ser una operación inmensa de evacuación y rescate, sobre muchas islas pequeñas. 

Era la persona que estaba determinando prioridades, de una manera muy rápida, y un equipo de naves estaba frente a mi, esperando instrucciones. Preguntaba, "Cuántos habitantes tiene esa isla? Cuántos niños? Cuántas mujeres? Cuántos hombres?" 

El movimiento que toda aquella situación generaba, es indescriptible con palabras. 

Un año después, viajé a la isla St. Martin y, la primera noche, tuve exactamente el mismo sueño que había tenido en la isla Guadalupe el año anterior... y el mismo sentimiento al despertar, de haber vivido algo real. 

Cuando regresaba de St. Martin, en el aeropuerto había una pantalla donde estaban presentando las noticias sobre la evacuación de todos los habitantes de una pequeña isla, a causa del aumento del nivel del mar y mostraban a algunos de sus pobladores mas envejecientes que se resistían a dejarse evacuar, porque estaban apegados a sus humildes viviendas, a pesar de que ya el agua les llegaba hasta la cintura. 

A partir de esa experiencia, y de otras parecidas, llaman mi atención las noticias sobre evacuaciones masivas y reflexiono sobre la capacidad que tienen los actuales gobiernos del mundo para llevarlas a cabo, en caso de presentarse la necesidad de que sean realizadas a una escala aún mayor a la que hemos ya observado y sin tiempo suficiente para una gran planificación previa.

También reflexiono sobre cuál sería la reacción de las personas que nunca han pensado en esa posibilidad: desapegarse -más bien desprenderse rápidamente- de todo lo material que han acumulado, para preservar la vida; fluir, dejarse trasladar, sin sentir miedo, a pesar de no conocer de antemano el lugar hacia donde están siendo trasladadas, ni cómo serán sus nuevas circunstancias de vida, a partir de ese momento.  

Los gobiernos deben proteger a todos los ciudadanos. Tienen la capacidad para hacerlo? 

La mayoría de los gobiernos actuales del mundo tienen una estructura creada para salvaguardar la seguridad nacional de sus respectivos países. Pero, Existe una estructura de seguridad conjunta que pueda responder eficazmente ante un evento de magnitud global, que amerite una evacuación de toda la población de la Tierra?  Esta el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas -por ejemplo- preparado para tomar decisiones de tan amplia dimensión? Contamos con suficientes medios de transporte, necesarios para ejecutar esta evacuación? Hacia dónde seríamos trasladados? Quiénes coordinarían esta operación?

Si hay posibles escenarios, que colocan a millones -o billones- de personas en alto riesgo, como medida de protección tendrían que ser trasladadas a otro lugar que sea seguro para ellas. Eso conlleva una gran coordinación. Si los gobiernos dejan esta coordinación para cuando ya sea muy tarde, o el evento supera la capacidad de respuesta de los gobiernos de la Tierra, entonces sería necesaria una intervención divina.

En respeto a la Ley Universal de No-Interferencia y al Libre Albedrío de cada persona, la intervención divina debe ser solicitada?

Sentimos el impulso de solicitar la intervención divina, la ayuda proveniente del Creador, de los Padres Creadores, o de una energía universal superior, dependiendo de cuáles sean nuestras creencias; y lo hacemos, especialmente, en momentos que intuimos un peligro inminente. El instinto de supervivencia es innato, inherente a todo ser vivo.  

Si los humanos solicitan ayuda o intervención divina, ante un evento de proporciones dantescas en el que pudiera ser necesaria e impostergable una evacuación global, Estamos conscientes de cómo vendría a manifestarse esa ayuda? La podríamos identificar como ayuda, o hemos sido condicionados a pensar que sería una "invasión"? Quiénes podrían ser evacuados? Todos? O solamente aquellos que -haciendo uso adecuado de su legítimo Libre Albedrío- lo soliciten? Se necesitaría alguna preparación previa -física, mental y emocional- para poder ser evacuado?



                                        (Foto tomada por mi hija Esther, incluida en su álbum "El Cielo nos Habla" )


"El Cielo nos Habla"

A mediados del Año 2007, mi hija Esther, quien contaba con apenas 15 años en aquellos momentos, se percató de que sobre nuestro hogar había una "estrella" que cambiaba de color y, por sus movimientos, no parecía ser una estrella. Siguiendo su intuición, buscó su cámara fotográfica y le tomó varias fotos. Al ver la imagen en la cámara, se dio cuenta de que en efecto, no era una estrella. La primera de las fotos que Esther tomó, ilustra este escrito. La "estrella" tomó varias formas de luz: un cisne, una flor. 

Estas imágenes, y algunas tomadas días posteriores, fueron incluidas en un álbum al que titulamos "El Cielo nos Habla" y publicamos en Internet. Gracias a la publicación de esas fotos, conocimos varios grupos de Misión Rahma, personas que tenían varias décadas de experiencia en contacto extraterrestre. Visitaron a Esther y le explicaron cómo podría darse, según vivencias de varios miembros de esos grupos, lo que llaman un "Encuentro cercano del tercer tipo". 

El mes siguiente a esta experiencia, recibí, a través de otro grupo, "El Llamado de Melquizedek".  Este acontecimiento fue el inicio de un gran despertar. Comencé a conocer a la Gran Hermandad Blanca, gracias a la publicación de mi escrito "Cómo creyeron que El volvería?". Inspirada en la necesidad de transformación que comencé a sentir, ese año también publiqué "El Vuelo de las Águilas, Renovarse o Perecer", "Qué pasa en el Planeta Tierra?", "El Destape de la Caja de Pandora", "El Final de la Dualidad", "Con la Fuerza de David".

Durante ese mismo año, traduje al Español "Aprendan a Sentir y Abrazar los Grandes Cambios que Vienen Pronto" y me uní a un grupo de voluntarios para juntos traducir el libro "Sostenibilidad Global y Gestión Planetaria".

Mientras vivía este despertar, mi hija Esther comenzó a ver esferas de luz en su habitación y a tener "sueños" con seres de luz que le decían eran su familia y estaban siempre con ella. Pude comprender su experiencia, porque me parecía muy familiar, ya que el recuerdo más vivo de mi niñez es haberme despertado a media noche y verme rodeada de seres de luz. Ese recuerdo marcó mi vida, encauzándola por un camino de constante búsqueda de respuestas.

En uno de sus "sueños", Esther fue invitada a subir a una nave y la llevaron a una especie de cueva, dentro de una montaña, donde había lo que parecía ser un laboratorio, con personas de bata blanca que le presentaron a un grupo de pequeños seres que saldrían de la montaña, detrás de ella. Cada uno de estos pequeños seres tenía un talento que mostrar.  Uno de ellos giraba sobre sí mismo y era capaz de extraer agua de la tierra. Fuera de la montaña había un mar de personas observando. Estos seres amigos están acuartelados allí, para ayudar en caso que ocurriese alguna gran catásfrofe que requiera su asistencia. 

Saber que en caso de producirse una gran transformación física de la Tierra, podremos contar con ayuda especializada, nos provoca un sentimiento de seguridad, de tranquilidad. Lo importante sería entonces que todas las personas tuvieran esta información, para que el miedo a lo desconocido, y a los grandes cambios por venir, sea cambiado por esperanza; por la confianza de saber que no estamos solos. 

Inteligencia

Para culminar con broche de oro ese año de tantas experiencias, a finales del 2007 comencé a trabajar en un Departamento de Inteligencia, donde fui entrenada durante cuatro años, nacional e internacionalmente, sobre el manejo de información sensible para la seguridad nacional; investigaciones, análisis y preparación de informes de inteligencia.  

La inteligencia, no solo tiene que ver con el procesamiento de información, sino también con la capacidad de adaptación a los cambios, al entendimiento de nuestro entorno, y de nuevas circunstancias; y a nuestra capacidad de respuesta ante un estímulo interior, o exterior a nosotros. 

Nuestra capacidad de respuesta depende en gran medida de nuestro entendimiento, el cual nos es dado por la luz contenida en las informaciones recibidas. De ahí la importancia de seleccionar muy bien la información a la que otorgamos credibilidad. 

Cuando las personas no cuentan con alguna información sobre la posibilidad de un acontecimiento de trascendental magnitud, que podría generar una transformación global, y de cómo se podría manejar esa situación, la ignorancia de esa información los puede llevar a reaccionar con miedo. 

El temor, además de que puede llegar a paralizarnos, nos convierte en personas vulnerables y lesiona nuestra capacidad de responder de manera ecuánime. 

"Extraterrestres o Hermanos Mayores"

Lo que nosotros, como familia, hemos recibido de nuestros hermanos mayores, ha sido mucha luz y guía para poder comprender el proceso de cambio, de transformación, que estamos viviendo en esta época dorada del despertar de la conciencia. 

Es lamentable que exista tanto escepticismo generalizado con relación a la existencia de estos seres hermanos, a pesar de que ya abundan las evidencias de su benévola compañía. 

Se ha sembrado el miedo en la población, al parecer de manera deliberada, a través de las películas cinematográficas donde se fomenta la creencia en una posible "invasión extraterrestre". El cine ha presentado a estos seres como malévolos, de intensiones mezquinas. Talvez porque los gobiernos que se han encargado de manipular esta versión, juzgan por su propia condición.  Cuál ha sido el propósito detrás de la programación del miedo?

Los hermanos mayores fomentan la hermandad, el amor, la paz, respetan las leyes universales y tienen tecnologías sumamente avanzadas que compartir con nosotros, cuando estemos preparados para ello. Pero, cuándo lo estaremos? 

Durante este ciclo preparatorio de siete años (2007-2014), desde "El Primer Llamado" hasta hoy, tuvimos la oportunidad de asistir junto al reconocido contactado peruano Sixto Paz y un grupo de amigos de Misión Rahma, a una de las playas de Juan Dolio, República Dominicana, para meditar e irradiar al planeta con nuestra luz y buena voluntad. Nos sentamos formando un círculo. Luego de un rato haciendo ejercicios de respiración y meditando, abrimos nuestros ojos y nos encontramos acompañados por una nave espacial que se detuvo en el aire, cerca de nosotros, sobre la playa. Ahí permaneció por unos minutos. 

Lo que se siente ante su presencia es casi indescriptible con palabras. Emanan luz, una energía de paz que nos invita a interiorizar su equilibrio, armonía... su Amor. 

Esa experiencia nos hizo reflexionar sobre la forma como nos debemos preparar, vibracionalmente, para nuestro contacto con ellos. Esa preparación incluye desde alimentación saludable, hasta espiritualizar más nuestros pensamientos. Abrazar el silencio, acallando nuestras mentes y relajándonos. 

Fluyendo sin miedo, soltando lastres... y dejándonos llevar por nuestra Intuición. 

Que nos sea dado el entendimiento. 

Amor, Paz y Luz.   Yo Soy Melba. 

Recursos:



Lecturas Relacionadas:











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Preparémonos para el Cambio  

Red Nicaragüense de Luz

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